La importancia de la luz natural en la salud y el bienestar
Hoy en día, con el teletrabajo, pasamos muchas horas en casa, lo que representa un cambio positivo para la conciliación de la vida personal y laboral. Sin embargo, es crucial que esos espacios de trabajo estén llenos de luz natural.
Pablo, un joven profesional, tomó la decisión de trasladar el despacho a casa y fue muy beneficioso, pero con el tiempo tubo problemas de salud. Comenzó a experimentar síntomas como astenia, ansiedad y un debilitamiento del sistema inmunológico. Su energía vital y creatividad se vieron mermadas. Tras varios meses de trabajo, se dio cuenta de que su estado de salud no le permitía seguir con su rutina habitual. Al analizar su entorno, se dio cuenta de que su despacho, en una estancia interior sin acceso a la luz natural, estaba afectando su bienestar. Aunque su apartamento era pequeño, decidió ubicar su mesa de trabajo cerca de un amplio ventanal. Este cambio le permitió restablecer el equilibrio de su organismo, recuperar su vitalidad y creatividad.
La exposición deficiente a la luz natural puede alterar el reloj biológico del organismo, afectando el estado de ánimo, el sueño y contribuyendo a diversas enfermedades. El trabajo del doctor Norman Rosenthal, publicado en 1984 en Archives of General Psychiatry, describió el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), un tipo de depresión asociado con la falta de luz solar en lugares con inviernos largos. Los síntomas incluyen cambios de humor, tristeza, irritabilidad y fatiga, entre otros.
En los países mediterráneos, a pesar de tener muchas horas de luz solar, la vida moderna ha reducido nuestra exposición a ella, ya que solo estamos expuestos a luz natural un 10% del día. El resto del tiempo lo pasamos en interiores, bajo una iluminación artificial que, en muchos casos, es insuficiente. Pasamos gran parte de nuestra vida en espacios interiores, por lo que diseñarlos y mantenerlos adecuadamente no solo mejora nuestro bienestar, sino que también protege nuestra salud.
Claves para disfrutar de los beneficios del sol en casa
Ubicar el dormitorio en una habitación con ventana orientada al este: Despertarse con el sol ayuda a regular los ritmos biológicos.
Desayunar en un espacio luminoso: Aprovechar la luz de la mañana potencia el bienestar físico y mental.
Abrir las ventanas para que entre el sol en casa: La luz solar no solo aporta luminosidad, sino que también es un excelente antiséptico y bactericida.
Exposición al sol durante el día: Con 15 minutos de sol al día, el sistema inmunológico se activa, se mejora el ánimo y se obtiene vitamina D.
Zona para personas mayores o convalecientes: Crear un espacio soleado en casa para que puedan disfrutar de los beneficios del sol.
Revisar la iluminación artificial: Utilizar bombillas biocompatibles que favorezcan el bienestar cerebral.
Maximizar la entrada de luz por las ventanas: Aprovechar las aperturas hacia el sur para obtener luz y calor, protegiendo la cara norte del frío.
Mantener los cristales limpios: La suciedad reduce la cantidad de luz que entra por las ventanas.
Instalar ventanas de doble cristal: se puede apostar por ventanas con doble cristal y cámara de aire rellena de gas. Es la opción más idónea, garantiza la entrada de luz al tiempo que aísla térmicamente. El más común es el gas argón, si el gas es el hexafluoruro de azufre (SF6), además actuará como aislante acústico, ideal sobre todo en ambientes muy ruidosos que también pueden afectar a la salud.
Redistribuir las estancias: Aprovechar al máximo la luz solar en habitaciones de uso diurno como el salón o el despacho.
Utilizar elementos de sombra según la estación: Aleros, toldos y vegetación permiten regular la luz y el calor.
El diseño de espacios con luz natural no solo mejora la estética y la funcionalidad, sino que es fundamental para la salud y el bienestar. Integrar la luz solar en nuestras viviendas es un paso hacia una vida más saludable y confortable.
Fuente: Silvestre, Elisabet. Vivir sin tóxicos. Editorial: [RBA INTEGRAL, 2014]