Esta reforma consiste en una transformación de un piso antiguo y compartimentado de los años 30 en Barcelona en un hogar totalmente personalizado para optimizar el máximo los espacios y vivir al máximo el confort y el aprovechamiento de luz natural en el interior de la vivienda.

Este proyecto de reforma integral en un piso de 100 m² en Barcelona se centró en transformar un espacio interior compartimentado en un hogar amplio, funcional y lleno de luz en las estancias de máxima permanencia, como son el salón, el comedor y las habitaciones. La vivienda original contaba con un pasillo que daba acceso a dos habitaciones oscuras, un aseo y una cocina pequeña. Nuestro objetivo fue abrir, optimizar y conectar los espacios para crear un entorno cómodo y versátil que se adapte a las necesidades diarias de la familia.


El primer paso fue abrir la cocina y ampliarla hacia el distribuidor, conectando las zonas de día y noche a través de un espacio central que serviría como corazón del hogar. Este nuevo diseño se organiza alrededor de un mueble central de madera laminada de pino, que define las áreas de entrada, cocina y baño principal. Este mueble almacena y esconde todos los elementos de almacenaje y electrodomésticos de la cocina, del baño y del vestidor permitiendo liberar las habitaciones de armarios y consecuentemente dejando más espacio a las habitaciones para crear zonas de juego y relax.

Aprovechamos la altura del piso para colocar un nuevo techo donde crear un nuevo espacio de almacenamiento en la zona central y con menos luz de la casa y siguiendo el diseño del mueble central con madera de pino. El sistema de almacenamiento diseñado es flexible y adaptable, permitiendo su uso según necesidades específicas de los residentes. Al integrar soluciones de almacenamiento se optimiza cada rincón de la vivienda, mejorando la organización y reduciendo el desorden reflejando un compromiso con la forma de vivir de forma eficiente y con máximo confort y bienestar para el usuario.

La iluminación en este proyecto se ha diseñado utilizando luminarias técnico-decorativas, programadas para crear diversas escenas lumínicas que se adaptan a las distintas rutinas diarias. Se ha implementado el sistema DALI con el objetivo de que cada espacio pueda transformarse según las necesidades, permitiendo la creación de escenas generales sin perder la capacidad de controlar individualmente puntos específicos de luz.

Por ejemplo, al recibir invitados, se puede activar una escena que proporcione una iluminación indirecta en las áreas de paso, manteniendo la mesa del comedor con una intensidad focal y resaltando elementos decorativos como cuadros o detalles arquitectónicos, creando contrastes y un ambiente visualmente atractivo y con confort visual.

Esta integración de iluminación programable no solo mejora la funcionalidad y el confort del hogar, sino que también contribuye a la eficiencia energética y a la salud y bienestar de los usuarios, permitiendo ambientes personalizados y dinámicos que se ajustan a las actividades y estados de ánimo cotidianos.

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