
El proyecto consiste en una reforma de jardín exterior de una terraza y piscina para conseguir una sensación de continuidad y apertura al mar, respetando el pasillo perimetral.
El objetivo del cliente era transformar su jardín y piscina en un espacio moderno que resaltara la conexión con el entorno natural y aprovechara la ubicación privilegiada con vistas al mar. Nos enfrentamos a una piscina de los años 20, que presentaba patologías estructurales que requerían reparación y saneamiento para garantizar su estanqueidad y funcionalidad. Ampliamos el hueco de la piscina para lograr una proporción armónica con el espacio circundante. Creamos una zona de chill-out dentro de la piscina, con una cascada que invita a la relajación, permitiendo disfrutar de las espectaculares vistas del Mediterráneo.
El diseño al milímetro de la terraza de la piscina y el encuentro entre las diferentes piezas fue clave para la solución arquitectónica planteada para la terraza de la piscina. Del mismo modo que en el proyecto del Jardín de Pomaret utilizamos la estrategia de crear un gran zócalo pétreo como mirador, en este caso, hacia las vistas al mar. La personalización de la canaleta U nos permitió solucionar el drenaje de la forma más discreta posible enfatizando las linea horizontal que nos da estabilidad y calma en el espacio.